En los niños con altas capacidades, el error no se vive solo como un fallo técnico, sino como una experiencia emocional profunda. Esto se explica por la “Tríada Emocional”:
Asincronía, Perfeccionismo e Hipersensibilidad
Cuando se combinan:
Entienden mucho, sienten intensamente y quieren hacerlo perfecto… pero aún no tienen la madurez emocional para sostenerlo.
El error se anticipa con ansiedad, se amplifica emocionalmente y se convierte en amenaza a su autoestima.
Aparecen bloqueos, llanto desbordado, frustración extrema o evitación de tareas.
Qué necesitan
Modelar un vínculo sano con el error.
Acompañar la emoción antes de corregir la conducta.
Separar el error del valor personal.
Construir una narrativa familiar que celebre la exploración, no la perfección.
En AACC, equivocarse no solo cuesta, duele. Por eso, más que decir “no importa equivocarse”, lo importante es enseñar a vivir el error como parte natural del aprendizaje y del crecimiento personal.