Algunos de los trastornos psicológicos más comunes son:
Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH): Es un trastorno del comportamiento que se caracteriza por la inatención, impulsividad e hiperactividad. Los niños con TDAH pueden tener dificultad para prestar atención en la escuela, seguir las reglas y comportarse de manera apropiada en situaciones sociales.
Trastorno del Espectro Autista (TEA): Es un trastorno del neurodesarrollo que afecta la capacidad para comunicarse y socializar. Los síntomas pueden incluir dificultades en la comunicación verbal y no verbal, comportamientos repetitivos y restricciones en los intereses y actividades.
Trastorno de Ansiedad: Son comunes y pueden incluir trastornos de ansiedad generalizada, fobias y trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Manifestados en preocupaciones excesivas, miedo irracional a situaciones específicas y comportamientos repetitivos.
Trastorno del Estado de Ánimo: La depresión y el trastorno bipolar, pueden afectar a los niños(as). Los síntomas pueden incluir cambios en el estado de ánimo, pérdida de interés en actividades que solían disfrutar y sentimientos de tristeza y desesperanza.
Trastornos del Aprendizaje: Los trastornos del aprendizaje, como la dislexia, pueden afectar la capacidad para leer, escribir y realizar cálculos matemáticos. Estos trastornos pueden afectar la autoestima y la capacidad de los niños(as) para tener éxito en la escuela.
Es importante prestar atención a ciertos signos y síntomas que pueden indicar se necesita ayuda psicológica, algunas señales a las que debes estar atento:
Cambios en el comportamiento: Si notas que ha experimentado cambios significativos en su comportamiento, como un aumento en la irritabilidad, la agresividad o el retraimiento social, puede ser una señal de que algo está sucediendo.
Cambios en el estado de ánimo: Si parece estar triste, ansioso, preocupado o irritable con frecuencia, puede indicar que algo lo está molestando.
Dificultad para manejar emociones: Si tiene dificultades para manejar sus emociones o parece estar experimentando emociones intensas, puede ser una señal de que necesita ayuda para aprender habilidades de regulación emocional.
Problemas en la escuela: Si ha comenzado a tener dificultades académicas o de comportamiento en la escuela, puede ser una señal de que necesite ayuda para lidiar con problemas emocionales o de comportamiento.
Problemas de sueño: Si tiene dificultades para dormir, como insomnio o pesadillas recurrentes, puede ser una señal de que necesita ayuda para manejar el estrés o la ansiedad.
Cambios físicos inexplicables: Si ha experimentado cambios físicos inexplicables, como dolores de cabeza o de estómago frecuentes, puede ser una señal de que necesita ayuda para manejar el estrés o la ansiedad.
Experiencias traumáticas: Si ha experimentado una situación dolorosa o de pérdida como el divorcio de los padres, la muerte de un ser querido o un evento violento, puede ser una señal de que necesita ayuda para procesar y superar la experiencia.