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Hábitos alimenticios sanos

Hábitos alimenticios sanos

Hambre Física vs Hambre Emocional

hace 1 año

La alimentación y las emociones están estrechamente relacionadas; el niño percibe las preocupaciones que giran en torno a la manera en que se alimenta, por lo que es esencial adoptar una actitud relajada.
 
El niño se da cuenta del poder que tiene sobre los demás el hecho de comer y el modo de hacerlo, aprende a influir sobre sus padres y a utilizarlo.
 
Muchas manías para comer en los niños se generan a partir de comentarios y actitudes (conscientes e inconscientes) de los padres.
 
Desde pequeños muchos niños mostrarán preferencia o aversión por ciertos alimentos y aunque con el tiempo estos pueden cambiar, una aversión prolongada hacia cierto tipo de alimentos puede ser difícil de cambiar.
 
Evitar dar premios o castigos para incentivar a los niños a comer.
 
A veces es difícil que los niños acepten todos los alimentos que les damos. 
Lo importante es que exista variedad y consuma de manera regular alimentos de todas las clases: verduras y frutas, cereales, leguminosas y alimentos de origen animal.
 
• Para motivarlos a aceptar alimentos que generalmente no apetecen, conviene hacerlos participar de manera activa. Por ejemplo, que  elaboren juntos una lista de alimentos (que sea gráfica) y ayuden buscarlos en el supermercado o pedirles que escojan frutas o verduras haciendo un juego como “elige dos frutas que sean amarillas o rojas”, etc.
 
• Fomentar el consumo de alimentos sanos y naturales sobre los alimentos industrializados, tenerlos siempre en casa a su disposición.
 
• Evitar tentempiés entre comidas (incluso para los que continuamente piden leche), así tendrá más hambre y aceptará otros alimentos.
 
La alimentación forzada genera sentimientos de angustia y enojo tanto en  los padres como en los hijos y difícilmente se puede vencer.
 
Fomentar buenos hábitos alimenticios desde pequeños es la clave. La hora de comer debe ser agradable, sin prisas,  conviene presentar los alimentos en forma atractiva y variada así como respetar los gustos y necesidades de los niños.
 
La disciplina es importante; lavarse las manos previamente, tener siempre un mismo lugar para comer,  una  rutina horaria, con convivencia familiar, evitando la televisión.