Ser padres hoy en día implica toda una aventura, además de un abanico de emociones, ya que supone el desafío de tomar de la mano a un ser humano que inicia su vida para guiarlo en su desarrollo hacia la adultez. Proceso que en ocasiones puede ser confuso e incluso abrumador, ya sea que no contamos con la información adecuada o nos dejamos llevar por el instinto, que muchas veces desemboca en reacciones emocionales no pensadas detenidamente, negativas, pasivas o violentas. Es por esto que la disciplina positiva es necesaria en la crianza de los hijos, pues nos permite fijar sus metas de aprendizaje y encontrar soluciones ante las dificultades que se presentan con un acercamiento adecuado, libre de violencia y con respeto a sus derechos, para ayudarlos a tener éxito y apoyarlos en su crecimiento.
Para ello es necesario entregarles calidez, proporcionar estructura, comprender cómo piensan y sienten, además de buscar soluciones asertivas a los
comportamientos poco adaptativos y conflictos.
¿Qué es?
1. Comunicar a sus hijos con claridad sus expectativas, reglas y límites.
2. Construir una relación mutuamente respetuosa con ellos.
3. Enseñarles habilidades que les serán útiles a lo largo de su vida.
4. Fomentar su autoconfianza para enfrentar desafíos.
5. Instruirlos tanto teóricamente como en el ejemplo sobre cortesía, empatía, el amor propio y el respeto.
¿Qué no es?
a) Ser permisivos u omisos; dejarlos hacer lo que quieran o pasar por alto sus faltas.
b) Golpear, gritar, o descargar en ellos la frustración ante comportamientos
inadecuados.