“Cambiar de colegio o pasar a una nueva etapa no es solo un cambio de aula o de libros… ¡es un terremoto emocional para muchos niños!”.
En los primeros días es normal que aparezcan señales de ansiedad o nerviosismo:
Llanto al llegar.
Dolores de estómago o cabeza.
Despertarse en la noche o muy temprano.
Quedarse solo(a) en el recreo.
No querer hablar de su día.
Estas no son excusas, son reacciones reales al miedo y la incertidumbre.
ANSIEDAD ANTICIPATORIA
¿Qué hacer para ayudar?
Nombra lo que siente: “entiendo que tienes nervios, eso se llama ansiedad”.
Rutina relajante antes de dormir: un cuento, música suave, peluche.
Frases positivas: repite con él/ella: “puedo con esto” o “hoy aprenderé algo nuevo”.
Pequeños retos diarios: saludar a un compañero, preguntar algo en clase.
Con acompañamiento y paciencia, tu hijo(a) descubrirá que puede sentirse seguro, capaz y motivado en su nuevo entorno.