Cuando la ansiedad aparece, puedes aprender a refugiarte en tu caparazón y salir con calma cuando todo esté mejor. 
¿Cómo hacerlo?
Respira profundamente: Inhala en 4 segundos, mantén por 2 y exhala en 6. Repite 5 veces.
Acepta lo que sientes: Escríbelo o dibújalo. Tus emociones no te controlan.
Relaja tu cuerpo: Enróscate como un caracol y luego estira lentamente.
Repite frases tranquilizadoras: "Estoy a salvo", "Voy paso a paso", "Todo estará bien".
Cuenta hasta 10 antes de reaccionar, así tomas decisiones con calma.
Conéctate con el presente: Observa un objeto o paisaje y descríbelo en voz alta.
Avanza poco a poco: Visualízate fuerte, reconociendo tus logros y respirando antes de seguir.
La calma se construye paso a paso, como el caracol. ¡Confía en tu proceso!
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